Llorens
Francisco Llorens Díaz nacido en La Coruña el 10 d'abril de 1874 y falleció en Madrid el día 11 de febrero de 1948, fue un pintor gallego/español, discípulo de Carlos de Haes, cuya actividad
mayoritaria se centró en la pintura de paisaje y el retrato
Fue el menor de los tres hijos de un industrial de origen
catalán y una gallega. Inició los estudios de comercio, que abandonó para
matricularse en la Escuela de Artes y Oficios, donde tuvo como profesor a Román
Navarro, militar y pintor que permutó al padre de Picasso la cátedra de
Barcelona por la de la urbe herculina, a donde deseaba volver y por la que
abandonó altos destinos en el Palacio de Oriente, cerca de la familia real.
Probablemente de niño, Lloréns tropezó con el genial malagueño, artista más que
precoz, algo más joven que el coruñés. Para no defraudar a su padre, Paco, como
se le conoció siempre, concluyó los estudios de Comercio y se trasladó a Madrid
en 1892 para seguir los de arte en la Escuela de San Fernando, donde tuvo como
profesor al gran maestro de paisajistas, Carlos de Haes, lo que probablemente
orientó su verdadera dedicación como pintor. Entregado por completo al arte,
Lloréns acude también al estudio de Sorolla, donde aprende a amar la luz sobre
todas las cosas y a soltar la pincelada en la libertad de que siempres hizo
alarde el maestro valenciano. Concluída la carrera de galgos, comienza a acudir
a las Explosiones Nacionales de Bellas Artes, desde 1895, aunque todavía con
cuadros que no son paisaje puro. Entre cerca de un millar de expositores,
obtuvo mención honorífica. Realiza sus primeros encargos para el Casino de La
Coruña en 1897. Regresa a su ciudad natal y se dedica al retrato, encargo por
entonces frecuente en los ámbitos de la burguesía a que pertenecía su familia.
En 1903 nuestro artista consigue, tras reñidas y repetidas oposiciones que
causaron escándalo, pensión para Roma. Va adquiriendo notabilidad, puesto que
en 1903 le hace una magnífica cabeza al escultor Alsina. Lloréns pinta, lee y
escribe sus impresiones italianas, que publican los diarios de Galicia, y que
recorre con Manuel Benedito y otros artistas pensionados. Uno de sus cuadros
italianos, «El golfo de Nápoles», impresiona vivamente al rey Víctor Manuel y
lo adquiere el embajador de España en Roma para que decore el palacio del
Quirinal. Visita los Países Bajos, que tanto influyeron en su maravilloso
paisano Sotomayor. Sigue concurriendo a las nacionales de Bellas Artes, y en la
de 1907 consigue tercera medalla, por un paisaje, cuadro con el que repite
galardón en la Exposición de Barcelona del mismo año. El cuadro titulado «La
Encina», fue adquirido por un médico de la Casa Real, la viuda del cual lo donó
al artista y éste al Ayuntamiento de A Coruña. Sigue cultivando el retrato. Ha
posado para él, en 1902, la condesa de Pardo Bazán. En 1908 gana segunda
medalla en la Nacional de Bellas Artes. Su versatilidad le lleva incluso a
cultivar el cartel. Participa en importantes colectivas en Galicia, Madrid y
Buenos Aires. Estamos en los años de la guerra europea. Lloréns gana cátedra de
Comercio con destino en Madrid. Es elegido presidente de la sección de Pintura
del Círculo de Bellas Artes. Nuevas exposiciones y presencia constante en las
nacionales de Bellas Artes, hasta que en la de 1922 consigue la ansiada primera
medalla. Este título se añade a otros conseguidos en la Internacional de
Barcelona, 1907, Internacional de Buenos Aires, 1910, y la Universal de Panamá,
1916. Fue también Gran Cruz de la Corona de Bélgica y socio de honor en el
Salón de Otoño, así como miembro de número de la Real Academia de San Fernando,
desde 1943. Su obra se extiende por el mundo. Es ya el gran paisajista
consolidado, definidor del clima especial de Galicia y en concreto de las rías
gallegas y sus marismas. Le dedican artículos y críticas plumas famosas, desde
Fernández Flórez a Ramón Cabanillas, que evoca en verso uno de sus paisajes.
Sigue exponiendo en toda España, en Bélgica y Holanda, en Sudamérica. Realiza
trabajos para el pabellón de Galicia en la Exposición de Sevilla de 1929.
Difíciles años para el artista los de la guerra civil, que transcurren en
Madrid y Valencia. Concluida la contienda vuelve a la actividad. Es designado
socio de honor de la Real Academia Gallega. Su último gran éxito es alcanzar la
cátedra de paisaje en la Escuela de San Fernando. Su salud degenera. Parece
pérdidas de memoria. Fallece el 11 de febrero de 1948. En 1972 se celebra en
Madrid una gran exposición retrospectiva de Lloréns, que se repetiría más
recientemente en A Coruña y Vigo. La obra de Lloréns está en el Museo de Arte
Moderno de Madrid, en todos los de Galicia y en numerosos de provincias, de
Europa y América. Fue un paisajista suelto, de modos postimpresionistas, con
una paleta rica y jugosa, bien entonada. A medida que avanza su obra la soltura
es mayor, el grafismo casi inexistente, y la mancha feliz se adueña de las
telas, en gamas infinitas de verdes, ocres y amarillos. Galicia respira, con
autenticidad, en estos cuadros, dignos en muchos casos de los mejores ejemplos
del paisajismo francés y español a partir de Monet y Beruete.
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